Sean todos ustedes muy bienvenidos, queridos hermanos, a esta lección número 13 de nuestro curso de introducción bíblica, cuyo objetivo es comprender mejor cómo se hizo la Biblia, cómo se escribió, dónde, cuándo, por quién y en qué idioma.
A las personas que por primera vez siguen estas lecciones, les recomiendo con mucho cariño que comiencen desde la lección número 1. Si empiezan desde esta lección sin haber visto las anteriores, es muy probable que surjan muchas dudas que ya han sido explicadas paso a paso desde el inicio.
La importancia de estudiar la Biblia con una Biblia católica
Para este curso es fundamental tener la Biblia a la mano, preferentemente una Biblia de traducción católica, como la Biblia Latinoamericana, Biblia de Jerusalén, Biblia de América o Biblia del Peregrino.
En la lección anterior hablamos sobre las lenguas en que se escribió la Biblia. Hoy avanzamos un paso más para responder una pregunta muy importante:
¿Qué son los códices bíblicos?
Los códices son copias antiguas de los textos bíblicos originales.
Los escritos originales, también llamados autógrafos, como las cartas escritas de puño y letra por San Pablo o los primeros manuscritos del Antiguo Testamento, no se conservan.
Esto se debe a que fueron escritos en materiales muy frágiles, como papiro o pergamino, y al paso de los siglos se deterioraron, se perdieron o se destruyeron.
Lo verdaderamente importante es que la Iglesia Católica, a través de monjes y copistas, conservó fielmente el contenido de la Sagrada Escritura mediante estas copias manuscritas.
¿Por qué se llaman códices?
La palabra manuscrito significa “escrito a mano”.
Los códices reciben su nombre generalmente por:
- El lugar donde fueron encontrados
- El lugar donde se conservaron
- O el sitio donde fueron copiados
No tienen autor conocido, ya que fueron realizados por copistas que dedicaron su vida a preservar los textos sagrados.
Principales códices de la Biblia
El Códice Vaticano
Se llama así porque se conserva en la Biblioteca Vaticana, en Roma.
Está escrito en hojas de aproximadamente 30 centímetros, con tres columnas por página, y contiene toda la Biblia completa.
Gracias a la conservación de este códice, hoy existen muchas traducciones modernas de la Biblia. Sin la labor de la Iglesia, estos textos no habrían llegado hasta nosotros.
El Códice Sinaítico
Fue descubierto en el Monasterio de Santa Catalina, al pie del Monte Sinaí, uno de los lugares más importantes de la historia bíblica.
Este códice contiene parte del Antiguo Testamento y todo el Nuevo Testamento.
Es uno de los manuscritos más antiguos y valiosos que existen.
Su hallazgo fue providencial y permitió confirmar la fidelidad del texto bíblico transmitido a lo largo de los siglos.
El Códice Alejandrino
Recibe su nombre porque se conservó durante mucho tiempo en Alejandría, Egipto, una ciudad clave del cristianismo antiguo.
Fue escrito aproximadamente en el año 500 después de Cristo y contiene la mayor parte del Antiguo y del Nuevo Testamento, aunque no está completo.
Este códice demuestra cómo, siglos después de los apóstoles, la Biblia seguía siendo copiada y transmitida con gran cuidado.
Los manuscritos de Qumrán
Uno de los descubrimientos más importantes del siglo XX fue el hallazgo de los manuscritos de Qumrán, cerca del Mar Muerto, en 1947.
Estos textos fueron encontrados dentro de vasijas de barro, escondidas en cuevas por un grupo judío llamado esenios, quienes protegían los escritos sagrados de posibles destrucciones.
Entre los manuscritos se encontraron:
- El libro completo del profeta Isaías
- Fragmentos del Éxodo
- Otros textos bíblicos y religiosos
Algunos de estos manuscritos datan de siglos antes de Cristo, lo que los convierte en los textos bíblicos más antiguos conocidos.
¿Por qué se escondían los manuscritos?
En tiempos de persecución y guerras, los israelitas escondían los libros sagrados para evitar que fueran destruidos.
Las vasijas de barro ayudaron a conservar los pergaminos durante más de dos mil años.
Cuando Jerusalén fue destruida en el año 70 después de Cristo, muchos de estos escritos quedaron ocultos hasta su descubrimiento moderno.
¿De dónde viene la Biblia que hoy tenemos?
Las Biblias que hoy leemos son:
- Copias modernas
- Basadas en códices antiguos
- Que a su vez son copias fieles de los textos originales
La Iglesia Católica y el pueblo judío fueron los principales custodios de la Palabra de Dios a lo largo de la historia.